• Inicio
  • Blog
  • Comer saludable sin sufrir: el ingrediente secreto que nadie te cuenta
Comer saludable sin sufrir: el ingrediente secreto que nadie te cuenta

Comer saludable sin sufrir: el ingrediente secreto que nadie te cuenta

Cuidar lo que comemos no debería ser sinónimo de restricción o sufrimiento. Sin embargo, muchas veces intentamos mejorar nuestra alimentación y terminamos con platos aburridos que nos dejan con la sensación de que falta algo. ¿Por qué sucede esto?

Los alimentos prohibidos... los que engordan, los que sabés que no tenés que comer pero te encantan...

Ese chocolate antes de dormir... o esas medialunas el domingo... esos alimentos que son la definición de felicidad, y que es una crueldad que te digan que están prohibidos (todavía hay profesionales que lo dicen?).

¿Por qué sentís que lo necesitás? ¿Por qué sentís que el cuerpo "lo pide"?

Entender estas sensaciones es clave para descifrar la fórmula que te permita elegir lo que comés desde un lugar libre, sin la sensación de que, si no comés "eso", no podés seguir adelante.

El placer como parte esencial de la alimentación

Nuestro cuerpo tiene dos funciones biológicas ligadas al placer que nos han permitido sobrevivir como especie: La reproducción. La alimentación.

Si estas funciones no estuvieran asociadas al placer, probablemente nos habríamos extinguido… y tu cuerpo lo sabe.

Por eso, cuando comenzamos a seleccionar alimentos de manera más consciente, podemos cubrir nuestras necesidades nutricionales, pero si no incluimos el placer en la ecuación, quedamos en deuda con nuestro cerebro… y con nuestro cuerpo.

La diferencia entre comer por obligación y comer con placer

No es lo mismo agregar fibra a la dieta hirviendo un poco de brócoli y depositándolo al lado de un pollo seco, que tomarse unos minutos más y transformar esos mismos ingredientes en una experiencia sensorial:

Un babaganush cremoso con berenjena asada.️ Brócoli salteado con cebolla, morrón y especias. Un pollo jugoso, bien condimentado, dorado a la perfección.

La diferencia entre ambas preparaciones no está en los ingredientes, sino en la intención. El placer requiere tiempo, ganas y amor propio. Porque así como usás la frase "me lo merezco" para justificar alimentos ultraprocesados que terminan dañándote, podés usarla para organizarte y permitirte disfrutar cada comida. Y claro que te lo merecés.

Transformando una ensalada en un plato lleno de placer

¿Tu idea de ensalada al empezar a cuidarte es tres hojas de lechuga y un tomate en juliana? Vamos a ponerle magia.

Imaginá tu ensalada como un plato con al menos cinco ingredientes, diferentes texturas y mucho color: Base verde: No solo lechuga, probá espinaca, rúcula, kale o radicheta. Color: Zanahoria rallada, remolacha, morrón asado. Textura: Champiñones, semillas, frutos secos. Saciedad: Unas cucharadas de arroz yamaní tibio o quinoa. Aderezo: Dressing de yogur con limón y especias, rápido y delicioso.

La idea no es darte recetas, sino mostrarte que lo mismo puede hacerse diferente si le ponés amor, tiempo y ganas. Hacerlo a tu manera, con disfrute, es lo que te va a permitir sostenerlo en el tiempo.

No es culpa tuya, pero el cambio está en vos

No es tu culpa. Ni tu patología, ni tus hábitos te definen. Pero nadie más puede cambiar esta historia. Es hora de que seas tu propio rescate, que te maternes, que te nutras desde el amor y el placer.

Si lográs esto, tu cuerpo no te va a reclamar esa cuota de disfrute, porque no le vas a estar debiendo nada.

No todos los días son iguales. No hay alimentos prohibidos. Pero elegir qué comés desde la libertad es muy diferente a sentir la necesidad de hacerlo y llenarte de culpa después.

¿Cómo vivís este proceso? ¿Cómo fue tu camino para hacer de la alimentación algo más disfrutable? Me encantaría leerte.

Cuidar lo que comemos no debería ser sinónimo de restricción o sufrimiento. Sin embargo, muchas veces intentamos mejorar nuestra alimentación y terminamos con platos aburridos que nos dejan con la sensación de que falta algo. ¿Por qué sucede esto?

Te puede interesar
Cerrar X