Creo mi realidad

Creo mi realidad

Nuestro cerebro fortalece las conexiones neuronales que más repetimos. Al afirmar en tiempo presente frases positivas en lugar de negativas activamos circuitos que refuerzan el nuevo hábito. Aprende a usar estos avances de neurociencia para reprogramarte.

En la aventura de la vida todos venimos con distintos equipajes, dispares y únicos. Las condiciones en las que crecimos, el trato que nuestros padres nos ofrecieron, pudieron haber sido los más cuidadosos o los más aberrantes. Al recorrer nuestra existencia es parte de la responsabilidad individual asumir nuestro auto cuidado, buscar ayuda profesional, hacer distintas terapias y ordenar ese equipaje para reinventarnos.

El exceso de pasado en nuestro discurso trae angustia melancólica. Por lo que no resulta conveniente en la creación de la plenitud personal, mantener de rehenes a nuestros antepasados, sus guerras y circunstancias, para justificar el malestar que transito.

Mi vida empieza cada día.

Si tuviste el honor de acompañar el tránsito a la muerte de alguna persona, podes recordar esa sensación de “no existencia” cuando terminó su paso por esta vida tal conocías a esa persona. Más allá de tu sistema de creencias, ese último aliento significó un final físico definitivo. Si no viviste alguna situación así, trata de imaginarlo. Y en lugar de dejarte arrastrar por la tristeza o la desesperanza sólo recuerda que es absolutamente inevitable. Antes o después, es parte del juego de la vida, termina. 

Eso es una invitación a recordarte vivo. Es aquí y es ahora que podes explotar de éxtasis y agradecer esta maravillosa oportunidad. 

Claro que no hay consejo más ineficaz que el de indicarle a una persona empastada en la tristeza que “no estés triste”. Además de   ineficaz, es cruel. Porque cuando estamos en el espiral descendente de la tristeza no deseamos estar allí, solo que no sabemos estar en ningún otro lugar. 

No soy psicóloga, sino médica, por lo que retomaré el tema desde ese lugar. La neurociencia ha experimentados fantásticas evoluciones este siglo y hay información esperanzadora para compartir en este capítulo de las ciencias médicas.

Las neuronas son células plásticas, y el cerebro es un órgano dinámico. Sus células mueren y nuevas neuronas vuelven a formarse. Las conexiones entre estas células también se establecen de forma pausible de ser modificada con algunas conductas especificas, y de ellas voy a hablarte.

La buena alimentación, los ritmos y horarios alimentarios optimizados, la actividad física regular son hábitos que permiten el equilibrio en los neurotransmisores, estas moléculas que predisponen a estados de ánimo optimistas o angustiosos. Pero hablando de ineficacia en los consejos… las personas que se encuentran melancólicas tienen grandes dificultades en conectar con la voluntad de realizar actividad física y otras acciones de autocuidado. Entonces… por dónde empezar?

 

Las afirmaciones y la tarea de “programarnos”

Durante estudios de investigación clínica con resonancias cerebrales  dinámicas, se ha observado que en la repetición de “afirmaciones”, durante las primeras dos semanas se activan grupos neuronales relacionadas con la memoria. Y luego… comienza la magia. Gradualmente en el momento de evocación de las frases de “afirmaciones” empiezan a conectarse y encenderse otras zonas vinculadas a la percepción de recompensa o bienestar, correlacionándose con lo que refieren los individuos estudiados.  

Nuestro cerebro fortalece las conexiones neuronales que más repetimos. Al afirmar en tiempo presente frases positivas ("Disfruto alimentarme bien") en lugar de negativas ("No quiero comer mal") activamos circuitos que refuerzan el nuevo hábito. Las palabras con carga negativa (no, nunca, menos) pueden confundir al cerebro, ya que este procesa imágenes y acciones, no negaciones. Enfocarnos en lo que queremos lograr, en lugar de lo que queremos evitar, facilita el cambio y la adherencia a nuevos hábitos. Repetir afirmaciones diarias genera nuevas rutas neuronales, ayudando a que el hábito se convierta en parte natural de nuestra vida.

Te invito a un ejercicio simple pero poderoso para reprogramar tu cerebro y sostener el cambio que estás construyendo. Redactá tres afirmaciones breves en tiempo presente, con palabras positivas y enfocadas en lo que querés lograr. Ejemplo: 

 "Disfruto mover mi cuerpo cada día." 

 "Me nutro con alimentos que me hacen bien."

  "Siento energía y bienestar al cuidar mi salud."   

Evitá palabras como "no", "menos", "nunca". Enfocate en lo que querés fortalecer.   Cuando las tengas, repetilas cada día, especialmente en momentos clave, como antes de comer o al despertar.   Contame cuáles son tus afirmaciones y cómo te hacen sentir. ¡Estoy para acompañarte en este proceso!  

Nuestro cerebro fortalece las conexiones neuronales que más repetimos. Al afirmar en tiempo presente frases positivas en lugar de negativas activamos circuitos que refuerzan el nuevo hábito. Aprende a usar estos avances de neurociencia para reprogramarte.

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